Alterar el reloj biológico puede afectar seriamente la salud
La ciencia está descubriendo ahora que la manipulación de la luz y del tiempo enferman al ser humano.
La iluminación artificial engaña al reloj biológico de nuestro organismo y le hace liberar hormonas de vigilia clave en el momento equivocado, lo que causa fatiga y depresión. Pero lo que está en juego es mucho más que la salud mental, en realidad. Las mujeres que trabajan de noche, sin contacto con la luz, demostraron recientemente tener mayores posibilidades de sufrir cáncer de mama. Tanto es así que una rama de la Organización Mundial para la Salud tiene previsto anunciar en diciembre próximo su nueva clasificación de los turnos nocturnos como "cancerígenos en potencia". Esto hará que el turno noche figure en la misma categoría de riesgo para la salud que la exposición a substancias químicas tóxicas como el tricloroetileno, el cloruro de vinilo y los bifenilos policlorinados (PCBs). "La luz eléctrica es maravillosa, pero tal como ocurre con muchos otros temas, mezclamos las cosas", observó David Avery, psiquiatra en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, que se dedica a estudiar el efecto de la luz en la salud. "Nuestros ancestros evolucionaron en un ciclo de luz/oscuridad muy regular y nuestros organismos funcionan mejor de esa forma. Pero estamos creando cada vez más indicios de luz muy erráticos e irregulares". Los investigadores saben desde hace tiempo, en realidad, que virtualmente todos los organismos vivos cuentan con ritmos biológicos vinculados con la luz. Pero las consecuencias para la salud humanas permanecieron en un cono de sombra hasta la década del 70, cuando los científicos descubrieron el reloj interno del cerebro, esto es, el núcleo supraquiasmático, una madeja de neuronas en el hipotálamo relacionadas de forma directa con los ojos. Ese núcleo controla el flujo y reflujo de las hormonas que influyen en el sueño, el estado de alerta y el hambre. La principal entre ellas es la melatonina, cuyos niveles suben por las mañanas y caen antes del amanecer. Las ratas a las que se les extrae quirúrgicamente esa parte se desestabilizan y comen a cualquier hora. Y cuando el núcleo de un animal es trasplantado al cerebro de otro, el receptor adopta el ritmo de sueño/vigilia del donante. TRADUCCION: Silvia S. Simonetti Fonte: www.intramed.net |