Melatonina¿El verdadero elixir de la vida? Por Amor Sáez. Existe una pastilla que promete un sueño reparador y frena el paso del tiempo. sin embargo, en españa todavía no es legal. Hasta el momento se sabía que la melatonina es la hormona que nuestro cuerpo produce de manera natural para gobernar el sueño. Al actuar como un sincronizador del sueño-vigilia, regula el reloj biológico, reduce los efectos del jet lag –cuando se viaja hacia el Este, de América hacia Europa– y de los turnos de trabajos rotatorios. Sintetizada en laboratorio hace décadas, en Estados Unidos se vende como suplemento dietético y ya la consumen 30 millones de personas. En España, donde no está autorizada, se adquiere indiscriminadamente vía Internet, se compra en Andorra o se le encarga a una amiga en Argentina o Italia, donde sí lo está. EN EL PUNTO DE MIRA El nuestro es el país de todo el mundo con más investigadores trabajando en esta sustancia. Y todos los estudios terminan hablando de sus bondades. El de un grupo de científicos asturianos revela que detiene el proceso de envejecimiento, el de la Universidad de Cantabria afirma que «in vitro inhibe el crecimiento y reduce la invasión de las células tumorales mamarias», y el de la Universidad de Granada sentencia que «puede frenar la muerte celular provocada por un proceso infeccioso agudo que afecta a todo el organismo y que se conoce técnicamente como sepsis». Pues bien, ni éstos ni el resto de estudios que aseguran sus beneficios para el hombre han conseguido que el Ministerio de Sanidad español dé su brazo a torcer: la melatonina sigue estando prohibida. Según fuentes de Sanidad, «no está autorizada en España porque la Agencia del Medicamento Europeo no ha dado su aprobación». Nunca antes una sustancia desautorizada había suscitado tanto interés. El por qué nos lo revelan los propios científicos. BENEFICIOS DE LA MELATONINA Contra el cáncer Detiene el crecimiento tumoral El profesor Emilio J. Sánchez Barceló, del departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Cantabria, no encuentra razones para no autorizarla. Lleva veinte años trabajando con ratas para averiguar si la melatonina podría prevenir el cáncer de mama y los resultados no pueden ser más esperanzadores. «Es capaz de prevenir y evitar el crecimiento de los tumores hormonodependientes, que son la mayoría», afirma. Asimismo, «cuando las mujeres se exponen a fuentes artificiales de luz de intensidad muy alta durante la noche, la incidencia del cáncer de mama es mayor, porque se produce menos melatonina», nos dice el investigador. ¿Un dato? Las mujeres con ceguera total tienen una incidencia bajísima de cáncer de mama e índices muy altos de melatonina. Frena el reloj biológico Neuronas jóvenes por más tiempo En el departamento de Morfología y Biología Celular de la Universidad de Oviedo llevan tres años estudiando la relación de la melatonina y el envejecimiento de órganos. Y según la bióloga Ana Coto Montes, científica del equipo investigador, «esta sustancia es capaz de neutralizar los principales radicales libres, activar la síntesis de enzimas antioxidantes, producir células inmunitarias y preservar la salud de los órganos». En definitiva, la melatonina es capaz de ralentizar el envejecimiento «de una manera prácticamente imperceptible al principio, pero muy evidente a largo plazo». Si hay un defensor a ultranza de la melatonina en nuestro país ése es el doctor Darío Acuña Castroviejo, catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada, que a sus 55 años lleva tomándola 20 y asegura tener los niveles oxidativos de un joven de 30. En los años 90 le autorizaron a tratar con melatonina a una niña desahuciada de 24 meses con epilepsia mioclónica progresiva. Logró sacarla del coma, regular sus neurotransmisores cerebrales, frenar las convulsiones, y recuperar su deterioro neuronal. Desde entonces ha verificado las propiedades neuroprotectoras de esta sustancia en la prevención y el tratamiento del Parkinson. En ratones, claro está. «No tenemos permiso para investigar en humanos, pero creo que sí funcionaría. Es un excelente antioxidante y antiinflamatorio», afirma. No en vano, en Italia se administra ya de rutina a todos los recién nacidos con infección generalizada, y los índices de mortalidad, que antes eran de un 30%, se han reducido a cero. Inocuo y de bajo coste Aunque no es oro todo lo que reluce El doctor Acuña no da su brazo a torcer. Cansado de que Sanidad le deniegue la autorización como medicamento lleva un par de meses intentando que lo hagan como suplemento dietético, tal y como sucedió en Estados Unidos. Según afirma: «Para autorizarla como medicamento, tiene que pasar unos controles carísimos que sólo puede permitirse una empresa farmacéutica. Pero nadie va a gastarse ese dineral en una sustancia natural imposible de patentar. Al no haber rendimiento económico de los derechos de propiedad, los costes no compensan. La legalización como suplemento alimenticio resulta mucho más rápida y barata». Pero no todo son ventajas. «Las enfermedades autoinmunes pueden agravarse porque estimula el sistema inmunológico, y potencia la acción de los anticoagulantes pudiendo causar hemorragias internas», advierte el doctor Acuña. El profesor Emilio J. Sánchez Barceló y la bióloga Ana Coto Montes recomiendan su prescripción por médicos para controlar la dosis y sus efectos. No tiene toxicidad comprobada a corto plazo, pero aún no ha pasado tiempo suficiente. «Es capaz de frenar la muerte neuronal, el envejecimiento y el crecimiento de tumores» DHEA: Otro elixir no autorizado ¿Qué es? Una hormona esteroide, pariente cercana de la testosterona y los estrógenos, que se sintetiza en las glándulas suprarrenales. Su presencia disminuye en el organismo a partir de los 30 o 35 años, alcanzando sus niveles mínimos alrededor de los 75 años. ¿Para qué se utiliza? En España no está autorizada por el mismo motivo que la melatonina: es una sustancia natural no patentable y no rentable para ningún laboratorio. Sí lo está en Estados Unidos, Francia, Alemania e Inglaterra como suplemento alimenticio. «Se utiliza para el tratamiento de la menopausia, como sustitutivo del tratamiento habitual con estrógenos y progestágenos, con el fin de evitar la descalcificación de los huesos y el aumento de la masa grasa, y para aumentar la capacidad inmunitaria, la protección frente a las enfermedades cardiovasculares y la sensación de bienestar general», según el doctor Jesús Ángel Fernández-Tresguerres, experto en Medicina Antiedad de Novoclinic. La dosis administrada habitualmente es de 25 mg diarios en mujeres y 50 mg diarios en hombres, pero recomienda consultar con un profesional, preferiblemente endocrinólogo, ya que «ninguna hormona, por buena que sea, debe utilizarse sin control». Reportaje completo en la edición impresa [ ELLE nº 249 ]. |