Problemas de sueño en niños
Al menos 7 de cada 10 niños con trastorno generalizado del desarrollo presentan problemas de
sueño. Así se pondrá de manifiesto en un simposio, organizado por Kurasana, que tendrá lugar en el marco del 33º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, que se inicia mañana en Toledo. Aún así, se considera que hay una alta tasa deinfradiagnóstico de este tipo de alteraciones y se recomienda apostar por un Abordaje 24 h.
Como indica el Dr. Gonzalo Pin Arboledas, coordinador de la Unidad de Pediatría y de la Unidad del
Sueño del Hospital Quirónsalud de Valencia, “los TGD se acompañan, en más de un 70% de los casos, de un trastorno de
sueño que afecta, fundamentalmente, a la organización circadiana, con episodios de vigilia prolongados por la noche y siestas anormalmente largas durante el día”. Por otra parte, añade la Dra. Milagros Merino Andreu, de la Unidad de Trastornos Pediátricos del
Sueño del Hospital Universitario de la Paz (Madrid), “si un niño con TGD tiene un problema de
sueño (por este tipo de
insomnio, apneas, trastornos digestivos o sensoriales,…), va a evolucionar de forma más desfavorable a nivel cognitivo y motor, obteniendo menos beneficios de los tratamientos prescritos”.
“El problema es que muchos padres asumen los problemas del
sueño de sus hijos como algo normal, cuando no lo son”
Pese a las altas cifras, los expertos en este tipo de trastornos coinciden en señalar que las alteraciones del
sueño están infradiagnosticadas y que no sólo tienen un carácter conductual, sino también biológico en algunos casos. En general, los padres suelen infravalorar los trastornos del
sueño de sus hijos al creer que duermen mejor de lo que lo hacen. Tal y como destaca el Dr. Víctor Soto Insuga, neuropediatra especializado en trastornos del
sueño del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid), “el porcentaje de trastornos del
sueño se multiplica por dos cuando a las preguntas de un pediatra responden los niños en vez de los padres. El problema es que muchos padres asumen los problemas del
sueño de sus hijos como algo normal, cuando no lo son”.
Los datos no dejan lugar a las dudas: el
insomnio es mucho más habitual en pacientes con trastornos del neurodesarrollo, con cifras de prevalencia especialmente significativas: TDAH, 25-70%; epilepsia, 37%; trastorno espectro autista, 44-83%; cefalea, 65-75%; discapacidad infantil, 44%; parálisis cerebral infantil, 44-48%;
depresión: 44-89%.
Pero, aunque el
insomnio es el trastorno del
sueño más común, no es el único. Los desórdenes del
sueño más frecuentes en estos niños dependen, en gran medida, del trastorno generalizado del desarrollo que padezcan. Así, es especialmente frecuente la presencia del síndrome de apneas-hipopneas de
sueño de carácter obstructivo en niños con síndrome de Prader-Willi; hay un predominio de trastornos del ritmo circadiano del
sueño con ritmo de vigilia irregular en niños con trastornos del espectro autista (TEA); se evidencia una especial incidencia de la inversión del patrón circadiano de
melatonina endógena en casos de síndrome Smith-Magenis).
“La falta de
sueño o un
sueño de calidad deficiente afectan al desarrollo del niño”
Son muchas las consecuencias negativas que se derivan de un
sueño deficitario en los niños. “La falta de
sueño o un
sueño de calidad deficiente afectan al desarrollo del niño, a su bienestar, al rendimiento cognitivo y a su respuesta terapéutica”, subraya la Dra.Milagros Merino. Es más, “las consecuencias de un
sueño de poca calidad no sólo son nefastas tanto a nivel conductual como a nivel de aprendizaje, sino que posiblemente también tenga consecuencias a largo plazo a nivel endocrino, cardiovascular y autoinmune; incluso,se sabe que los trastornos de
sueño en periodos de vulnerabilidad (antes de los 6 años) pueden producir daños irreversibles”, apostilla el Dr. Víctor Soto quien afirma que, por el contrario,“un
sueño de calidad promueve el desarrollo cerebral, mejora la memoria, favorece un mejor comportamiento y disminuye la irritabilidad”.
Por otra parte, como apunta el Dr. Gonzalo Pin, que es un referente nacional en trastornos del
sueño, “cualquier niño que duerme mal afecta negativamente a la dinámica familiar, conyugal y bienestar general”.
EL EJEMPLO DEL TEA
En el caso concreto del TEA resulta especialmente crucial el abordaje de los trastornos del
sueño, ya que “es la patología del neurodesarrollo donde más frecuentes e incapacitantes son estos problemas (44-83%)”, asegura el Dr. Gonzalo Pin. En niños con TEA la prevalencia de trastornos del
sueño se duplica en comparación con aquellos que no tienen autismo, y la probabilidad de que desaparezcan estos trastornos sin ningún tipo de intervención es significativamente inferior (con tendencia a la cronificación si no se aborda correctamente).
Los problemas del
sueño en niños con TEA se asocian con agresividad, ansiedad y
depresión, hiperrespuesta sensorial, deterioro de la calidad de vida, reducción delrendimiento y memoria, conductas compulsivas y rituales, esterotipias, y deterioro de la socialización y comunicación. En estos casos, como explica el Dr. Gonzalo Pin, “el niño experimenta un fenómeno de cronodisrupción, una alteración relevante del orden temporal interno de los ritmos circadianos bioquímicos, fisiológicos y de comportamiento”. De esta forma, según lo describe este experto, “se produce en el niño un evento similar al
jet-lag permanente”. Actualmente, se considera que la cronodisrupción puede favorecer el desarrollo de la sintomatología TEA, y viceversa.
Ante esta situación, se sabe que “un óptimo tratamiento del
sueño produce mejoría en los síntomas del TEA: interés comunicativo, conductas estereotipadas, intereses restrictivos, impulsividad-agresividad y calidad de vida familiar”, según el Dr. Víctor Soto.
SOLUCIONES
Para combatir estos problemas, cada vez más frecuentes, se cuentan actualmente con diferentes opciones, desde el establecimiento de medidas básicas de higiene del
sueño hasta la aplicación de terapia cognitivo-conductual y el uso de
melatonina (en ocasiones acompañado con triptófano). Incluso, “en algunos casos se precisa la realización de un estudio de
sueño para registrar eventos (como las apneas, crisis epilépticas o movimientos en extremidades)”, informa la Dra. Milagros Merino, quien recuerda que “el diagnóstico exacto facilita aplicar unas medidas eficaces y un beneficio durante la noche y el día”. A juicio de esta experta, “el tratamiento individualizado y dirigido al trastorno específico de
sueño (existen 75 trastornos de
sueño reconocidos por la Academia Americana de Trastornos de
Sueño, con diferentes abordajes y diferentes tratamientos) facilita la resolución o el alivio del problema”.
Ante la presencia de
insomnio, según recomienda el Dr. Soto, “la
melatonina se presenta como el tratamiento hipnóticomás seguro y de primera elección para favorecer el
sueño de los niños”. Ya en casos de
insomnio de mantenimiento, “el aminoácidotriptófano puede tener una importante función, al ser precursor de la
melatonina y permitir una mayor disponibilidad de esta hormona por la noche”, destaca este experto, quien defiende que Pediatría de Atención Primaria es el “lugar perfecto” para el diagnóstico y tratamiento de los trastornos del
sueño infantiles.
“La
melatonina se presenta como el tratamiento hipnótico más seguro y de primera elección”
La suplementación de
melatonina permite reponer el déficit de
melatonina en niños con TGD, provocando un ‘pico de
melatonina’ por la noche en niños con síndrome Smith-Magenis o mejorando el déficit de
sueño, facilitando su conciliación y/o mantenimiento. Por su parte, el triptófanopotencia la acción de la
melatonina. El objetivo, como recalca la Dra. Milagros Merino, es que “el abordaje que hagamos del problema de
sueño mejore la noche... y el día del niño”. Y es que, según añade, “un niño con
sueño reparador y suficiente se encuentra más contento, atento, colaborador y, en el caso de niños con TGD, responde mejor a terapias de estimulación o rehabilitación”.
“Si mejora ‘el día’ del niño, mejora su calidad de vida y la de toda su familia, que sufren las consecuencias del ‘mal
sueño”, subraya la Dra. Merino. Para lograr este objetivo, “hay que conocer todos los trastornos de
sueño que pueden aparecer en los pacientes con TGD, proponiendo tratamientos específicos para cada niño, su entorno y su enfermedad del neurodesarrollo”, coinciden en destacar Milagros Merino y Gonzalo Pin.
Desde Kurasana se apuesta por productos de calidad, sin efectos adversos, con ingredientes a medida de los niños (sin azúcar, sin lactosa, sin gluten,…), con un método muy cómodo de administración y con sabor agradable. Los productos de la línea de
Sueño de Kurasana se basan en la
melatonina, hormona natural de eficacia contrastada para inducir el
sueño. Pero se ha dado un paso más, y para garantizar también un efecto satisfactorio en la consecución y mantenimiento de un
sueño reparador se realiza un Abordaje 24 h incorporando el triptófano (y la vitamina B6); de esta forma, se aporta un beneficio adicional, como es la preparación del cuerpo durante el día para un
sueño reparador manteniendo a su vez un estado de ánimo óptimo.
Fuente: Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es
https://www.consalud.es/pacientes/mas-del-70-de-los-ninos-con-trastorno-generalizado-del-desarrollo-presentan-problemas-de-sueno_69752_102.html