Un reciente informe publicado por el Mobile Manufactures Forum revela que usar el móvil antes de acostarse puede impedir un buen descanso, pues la radiación que emiten los teléfonos puede causar insomnio, dolores de cabeza y confusión.
Más de 70 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 18 y 45 años fueron expuestos a diversos niveles de radiación con el objetivo de estudiar sus distintas reacciones. Unos recibieron la radiación equivalente a la emitida por un móvil cuando se está usando, mientras que otros fueron estudiados en las mismas condiciones, pero sin radiación. Una de las conclusiones fue que los expuestos a la radiación tardaron más tiempo en entrar en las etapas de sueño más profundo.
El profesor Bengt Arnetz asegura que este estudio demuestra en gran medida que “el empleo del teléfono móvil se asocia a cambios específicos de las áreas del cerebro responsables de activar y coordinar el estrés." Además, los científicos descubrieron que la radiación puede interrumpir la producción de la hormona melatonina, encargada de controlar los ritmos internos del cuerpo.
Por otra parte, la mitad de los sujetos estudiados creyó ser ´electrosensible´, asegurando sentir síntomas como dolores de cabeza tras el empleo de teléfono móvil, pero fueron incapaces de decir si habían estado expuestos a radiación durante las pruebas.
En este sentido, Alasdair Philips, director de Powerwatch, compañía que se dedica a investigar los efectos de los campos electromagnéticos en la salud, explicó que la fiabilidad de estas pruebas es realmente alta por lo que se deberían tomar precauciones al respecto. “Los resultados aconsejan no tener el móvil en las mesitas de noche y que si hay que llamar por la tarde se haga mejor a través de una línea fija”.
Sin embargo, para el director ejecutivo de la Mobile Operators Association, Mike Dolan, este estudio choca con otra investigación. "Es realmente una pequeña minucia dentro del panorama científico. Es un efecto muy pequeño, algunos dicen que incluso menor al que podría producir una taza de café".
No obstante, el pasado mes de septiembre la Mobile Telecommunications and Heatlh Research Programme de Reino Unido publicó un estudio, producto de seis años de trabajo, según el cual el empleo del teléfono móvil no supone ningún riesgo a corto plazo para el cerebro, aunque a largo plazo no se descarta la posibilidad de que su uso pueda originar cáncer.