Dormir es crucial para el bienestar de un individuo. Si no dormimos o la calidad del sueño no es la óptima al día siguiente nos encontramos cansados e irritados, sentimos pesadez en la cabeza y nos movemos más despacio.
"El sueño es un mecanismo reparador biológico. Es cuando nuestro cuerpo realiza una serie de funciones reparadoras que le permiten estar en buenas condiciones al día siguiente", explica a RTVE.es el doctor Nicolás González Mangado, jefe de la Unidad del Sueño de la Fundación Jiménez Díaz. "Por ejemplo, hay ciertas funciones relacionadas con las hormonas, como la del crecimiento, que se producen durante el sueño", puntualiza.
En cuanto a las horas que hay que dormir, cada persona es un mundo, así no hay nada establecido, "pero en general, se ha observado que un adulto necesita dormir siete horas y media al día para encontrarse en óptimas condiciones", asegura el experto.
La edad influye en las horas que necesita el cuerpo para 'repararse'. Un recién nacido duerme entre 16 y 18 horas al día. Con un año duerme entre 10 y 12 horas por la noche y se echa una siesta de entre tres y cinco horas. A los tres años esas siestas tan largas ya no son necesarias. Y en la pubertad lo ideal es dormir nueve o diez horas, pero la hormona que 'nos dice' que debemos irnos a dormir (la melatonina) se libera más tarde de lo habitual en comparación con los adultos. Por eso, los adolescentes están más activos por la noche y les cuesta irse a dormir.
No hay datos de cuánto puede vivir una persona sin dormir. Pero "sí no dormimos, nos morimos", asegura el doctor. Todos los mamíferos tenemos que dormir. Una rata de laboratorio suele vivir tres años. Si no duerme, tan solo vive tres semanas.