Melatonina para el insomnio de los mineros rescatados en Chile



Los problemas de salud que pueden enfrentar los mineros tras su rescate

Cuidar su vista, su piel y su alimentación, serán algunas de las preocupaciones que tendrán al salir del encierro.


Su primer contacto visual con el mundo exterior será a través de unos lentes que los protegerán de la luz ultravioleta, mientras sus ojos se adaptan a los rayos del sol. Esa es la primera de una serie de medidas que se tomarán para minimizar los problemas de salud que enfrentarán los mineros tras salir de su prolongado encierro, 700 metros bajo tierra.

"Si bien los mineros están bien preparados para el momento del ascenso, los cuidados de salud deberán continuar para evitar la aparición de ciertos problemas", confirma la doctora Liliana Debia, especializada en medicina de desastre de la ACHS y encargada del primer chequeo de salud.

Ese primer chequeo será en una habitación con luz tenue, para seguir protegiendo su vista, se usarán lágrimas artificiales si sus ojos se resecan al pasar de un ambiente húmedo a uno muy seco y constatará la efectividad de las cremas antimicóticas que les enviaron al refugio para controlar la proliferación de hongos en el cuerpo y en las extremidades, producidas por las condiciones de encierro a temperaturas de hasta 30° y con una humedad de 89%.

Aunque en este tiempo los mineros se han sometido a un lavado de dientes frecuente con un cepillo de un solo penacho de cerdas y se han aplicado enjuagues bucales con Clorhexidina, que destruye las bacterias que producen caries, el estado de dientes y encías será unos de los primeros puntos a evaluar.

Los problemas de salud más importantes pueden aparecer cuando los obreros ya hayan sido dados de alta y los cuidados sanitarios dependerán exclusivamente de ellos. La piel y la alimentación son los primeros en la lista. Según la dermatóloga de Clínica Alemana, Tatiana Riveros, los rescatados deberán proteger mucho su piel de la radiación ultravioleta, usando jabones suaves, cremas humectantes, ropa con manga larga, pantalones largos de algodón, sombrero en el día y filtro solar con un factor 50 la primera semana y 30 más tarde. De lo contrario, su piel -no expuesta a la luz por semanas- podría resecarse fácilmente y sufrir infecciones cutáneas.

La comida es tema aparte. Aunque los mineros recibieron una dieta balanceada durante su encierro, amigos y familiares querrán agasajarlos con una amplia gama de comidas. La recomendación es ir incorporándolos de a poco, especialmente las frutas, las verduras y los lácteos, dice la nutrióloga de la Clínica Alemana, Carolina González. ¿La razón? Durante el encierro fueron restringidos para reducir la cantidad de desechos que ellos producían y volver a consumirlos bruscamente puede producir diarreas que terminen por deshidratarlos y dificultar su recuperación. El consumo de alcohol es otro factor a controlar hasta que se normalicen sus niveles de vitamina B, que es un potente protector del cerebro cuando se bebe. ¿Peligro de silicosis? Franz Baehr, broncopulmonar de la Clínica Las Condes, lo descarta. "Ellos estaban respirando aire que llegaba de la superficie y van a subir con oxímetro en el dedo. La capacidad pulmonar ha estado muy controlada".

Manejo del sueño

El mayor desafío será normalizar el ciclo de sueño y vigilia tras un largo encierro sin luz natural. Un estudio publicado por la Nasa en 2005 ahondó en la carencia de luz y, al analizar astronautas y científicos con largas estadías en la Antártica, determinó que el cuerpo humano es muy sensible a los cambios en su ciclo día-noche, generando alteraciones de sueño, depresión, falta de concentración e irritabilidad. La doctora Joan Vernikos, ex directora de la división de ciencias de la vida de la Nasa, explica a La Tercera que "desde un punto de vista biológico, estudios en ambientes de aislamiento muestran que la desincronización del sueño es casi inmediata, alterando indicadores como la temperatura corporal y produciendo una mayor sensibilidad al calor o al frío", dice. Sin embargo, un encierro de 105 días con tres astronautas antes de las misiones del Skylab en los años 70 mostró que los hombres se recuperaron rápidamente, luego de reestablecer sus nexos sociales y hábitos diarios.

De allí que las indicaciones de los médicos apunten a que, durante las primeras semanas, se eviten los trasnoches para ayudar al cuerpo a normalizar su ciclo de sueño-vigilia. Comidas, alcohol y bebidas en la noche deben estar fuera de la agenda, ya que "facilita los problemas de insomnio y dificulta normalizar los horarios de dormir", dice el neurólogo Leonardo Serra, del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana.

El especialista explica que para recuperar el ciclo sueño-vigilia se puede indicar melatonina, sustancia que secreta el organismo en forma natural cuando duerme. También, una terapia con luz al despertar, lo que reduce la somnolencia y ordena el sueño.

Si existe un insomnio mantenido, se puede recurrir a hipnóticos que se usan entre dos y cuatro semanas, con buenos resultados. Además, se recomienda cuidar los hábitos de sueño: acostarse temprano, en una pieza oscura, ventilada y sin TV ni distracciones.

También habrá que estar alertas a la aparición de pesadillas después de la primera semana, señal de estrés postraumático. "Aunque han estado acompañados entre ellos y comunicados con el exterior, igual pueden experimentar pesadillas en forma frecuente", dice Serra.

Más aún, los familiares de los mineros también podrían presentar estrés postraumático al recordar el accidente y el riesgo de perder a su ser querido, por lo que hay que estar atentos a su reacción.



Fuente diario.latercera.com





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