DÍA MUNDIAL DE LA FIBROMIALGIA Y DEL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA



La Fibromialgia (FM) y el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) son enfermedades que aquejan a cerar de 1.200.000 personas tan sólo en España, mayoritariamente a mujeres mayores de 40 años (representan un 80% de los enfermos de fibromialgia)

La característica más sobresaliente de la fibromialgia es el dolor generalizado en diferentes músculos del cuerpo, y en el caso de la fatiga  crónica un cansancio también generalizado,  que se mantiene en el tiempo. Es habitual padecer ambas dolencias, y son trastornos que, por su naturaleza,  interfieren claramente con el normal desarrollo de la vida de los enfermos resultan  muy invalidantes para quienes los padecen. Ansiedad y depresión anteceden o van unidas a la propia enfermedad. Y a ello se suman otra serie de dolencias, alteraciones en el sueño, mareos, cefaleas, colon irritable, etc.. La carencia de marcadores biológicos, es decir análisis clínicos, pruebas físicas objetivas, habituales para establecer un diagnóstico médico, dificulta precisamente su diagnóstico, que ha de realizarse de forma clínica, a través de la sintomatología que reportan los pacientes. Esta característica hace que sean tildadas de enfermedades invisibles, no siempre tomadas en consideración, de cuyo padecimiento y existencia a menudo se dude, hasta llegar al profesional experto que es capaz de realizar este tipo de diagnóstico. 

Se desconoce su etiología, se hipotetizan algunas causas, pero sigue siendo materia de estudio. Hoy en día es una enfermedad crónica, no existe hasta la fecha curación, y tan sólo se utilizan medias paliativas para abordar los síntomas, desde el ejercicio, a mejoras en la dieta, aprendizaje de técnicas de afrontamiento al estrés, control de dolor, ansiedad, etc…así como medidas farmacológicas (antidepresivos, ansiolíticos, y  ayudas para dormir fundamentalmente.)

 

 

FIBROMIALGIA Y MELATONINA

 

Algún estudio ha apuntado que los enfermos de fibromialgia, a diferencia de personas sanas, durante la noche secretan menos melatonina, lo cual lleva a aparejado que sufran alteraciones del sueño, fatiga durante el día y un cambio en la percepción del dolor.

Se ha llevado a cabo algún estudio piloto, de tan sólo 30 días,  que mostraba que el tratamiento con suplementos de melatonina de 3 mg mejoraba el sueño, los puntos de dolor, y la severidad del dolor. Un estudio posterior con dosis de 6 mgr en la noche arrojaba una mejora en el sueño, menor dolor y sintomatología durante el día, así como una mejora en el estado anímico depresivo considerable.

 

Con la base de dichos estudios, un reciente estudio con una muestra importante de pacientes y un diseño experimental de doble ciego, evaluó la eficacia de diferentes dosis de melatonina, 3 y 5 mgr sola o combinada con fluoxetina, que es un tratamiento farmacológico habitual tras dos meses de tratamiento. Los resultados del estudio mostraron que la combinación de melatonina, tanto de 3 como de 5 mg con fluoxetina obtuvieron una mejora significativa en la sintomatología  Los resultados parecen deberse a la interrelación entre dolor, alteraciones del sueño y depresión, sintomatología tan característica de la fibromialgia

Los autores del estudio concluyen que el uso de melatonina como terapia coadyuvante conjuntamente con la prescripción de los fármacos habituales (antidepresivos) sería un abordaje coherente para los pacientes con fibromialgia. Señalan así mismo que teniendo en cuenta el importante daño oxidativo  en este síndrome, el uso de sustancias con alto poder antioxidante, como es la melatonina, contribuiría a mejorar además el cuadro de la fibromialgia también en ese aspecto. 

 

Aún cuando queda mucho por hacer, y en modo alguno se ha llegado a la cura de la fibromialgia, es interesante conocer y que vean la luz estos estudios, ya que proponen un acercamiento que posibilita una mejora, en algunos casos cercana al 30% de la sintomatología, que siempre será mejor que nada. Y a todo ello hay que sumar que la melatonina es una sustancia atóxica, de la cual no se conoce la dosis letal, y que no provoca dependencia a quien la consume.

Serán deseables estudios más a largo plazo para conocer si la mejora continua en el tiempo. Pero son suficientes las evidencias para tenerla en cuenta en el abordaje terapéutico de los enfermos de fibromialgia y que, al igual que ellos deje de ser una sustancia “invisible”.

 

 

Bibliografía:

 

Wikner J, Hirsch U, Wetterberg L, Rojdmark S. Fibromyalgia- a syndrome with decreased nocturnal melatonin secretion. Clin Endocrinol 1998; 49:179–183.

 

Citera G, Arias A, Maldonado-Cocco JA et al. The effect of melatonin in patients with fibromyalgia: a pilot study. Clin Rheumatol 2000; 19:9–13.

 

Acuña-Castroviejo D, Escames G, Reiter RJ. Melatonin therapy in fibromyalgia. J Pineal Res 2006; 40:98–99.

 

Saad Abdul-Rehman Hussain, Ihab Ibrahim Al-Khalifa, Nizar Abdullatif Jasim and Faiq Isho Gorial. Adjuvant use of melatonin for treatment of fibromyalgia.  J Pineal Res (2010)

 






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