Melatonina, mucho más que un inductor del sueño
Es muy probable que la gente de la cuenca mediterránea seamos de las sociedades que más y mejor se ha adaptado a vivir y disfrutar de la vida hasta altas horas de la noche, y ya saben que trasnochar es sinónimo de divertimento.
La luz y la oscuridad son elementos de los que no nos podemos escapar y que de una manera profunda ha influenciado muchos procesos biológicos y fisiológicos a lo largo de la evolución. La oscuridad está relacionada con el
sueño, que tan relevante es para realizar reparaciones en nuestro cuerpo y para reiniciar otras funciones corporales.
Pero, ¿cómo es posible que el cuerpo sepa que tiene que comenzar a realizar ciertos procesos que sólo ocurren cuando dormimos? La respuesta está en la luz. De noche, su ausencia ocasiona la producción de una molécula sorprendente: la
melatonina.
Es una hormona que se produce fundamentalmente en la glándula pineal y que permite sincronizar todos esos procesos que tiene que iniciarse cuando la luz del sol cae. Dentro de sus funciones destaca la capacidad para iniciar el
sueño siendo este el motivo por el que se toma cuando uno hace un viaje largo y tiene trastornos de
sueño, el denominado jet lag.
Sin embargo, aunque la
melatonina tenga una serie de funciones conocidas parece cada vez más evidente que esta sustancia podría tener un papel profundamente terapéutico. En primer lugar, y basándose en sus acciones naturales en el organismo, la administración de la
melatonina podría mejorar algún proceso de tipo patológico. Por ejemplo, se sabe que una enfermedad ocular que causa ceguera llamada glaucoma, y que suele ser debida a un incremento en la presión interna del ojo, se frena con su administración.
También es capaz de secuestrar los radicales libres, moléculas extraordinariamente agresivas que afectan a nuestros tejidos, especialmente al ADN, pero también a otras moléculas ocasionando el deterioro de estas y por consiguiente el mal funcionamiento de muchos tejidos.
Sirva como ejemplo que mientras cada molécula de vitamina C es capaz de eliminar un radical libre, la
melatonina es capaz de eliminar dos y sus derivados, como consecuencia de la primera transformación, son capaces de eliminar otros dos más.
En los cánceres parece que también juega un papel relevante, aunque no se conozca en la actualidad el mecanismo a través del cual realiza el papel anticancerígeno. No obstante, pacientes con tumores cerebrales y metástasis tratados con
melatonina vivieron más que aquellos que no habían sido tratados con esta hormona. Igualmente pacientes con cáncer de mama, pulmón, próstata, estómago etc., pudieron tener una vida más larga que aquellos que no fueron tratados con esta hormona.
Curiosamente, la
melatonina está también presente en las plantas y tiene un papel relevante, sobre todo cuando las plantas están sometidas a estrés por temperatura o carencia de agua. Las plantas regadas con ella desarrollan raíces más profundas que les permite encontrar agua con más facilidad. Por otro lado, se ha podido comprobar que el tratamiento de algunos cereales como el maíz favorecía que el crecimiento de las mazorcas fuese hasta un 10 % mayor.
Esto es algo extraordinario, ¿Se imaginan, con el hambre que hay en el mundo, tratar cereales como maíz, arroz o trigo con
melatonina y tener un 10 % más de producción?
Jesús Pintor
Fonte:
mqciencia.wordpress.com