Condenada Melatonina!



En estas páginas hemos hablado en reiteradas ocasiones de las múltiples bondades de la Melatonina, esa poco conocida hormona que no solo se produce en la glándula pineal si no también en todas las células de todos los seres vivos, animales y vegetales. Siempre nos hemos referido a ella como paradigma de la excelencia desconocida, por sus acciones detoxicantes, antiinflamatorias, neuroprotectoras y neurorregeneradoras, cardioprotectoras, estimulantes del sistema inmune y como tal de las defensas del organismo (incluso antitumorales, existen ya importantes publicaciones al respecto). No hubo, hasta ahora, nada que nos obligase a retractarnos o desmentir todo lo que se había venido afirmando en relación con la Melatonina. Pero como a veces suele ocurrir en ocasiones uno tiene que tragarse sus propias palabras y maldecir al que previamente había bendecido. Y ello suele suceder cuando uno mismo padece los efectos perniciosos de aquello que tanto había defendido.

A estas alturas supongo que quien nos lea y sea Melatonin-adicto se preguntará alarmado qué es lo que ocurre. Vayamos por partes… aunque tengamos que contar nuestra propia historia.Comencé a tomar Melatonina hace ya 3 años o 4 años; de 50 mg/día pasé a 200 mg/día en dos semanas. ¿Razones para ello?: múltiples y variadas, pero todas ellas en relación con patologías sufridas. La dosis más elevada comenzó cuando tuve que someterme a un importante ciclo de quimio y radioterapia (aunque a nadie le importen mis razones personales es preferible dejar todo claro). La Melatonina podía evitarme los efectos secundarios (importantes) de la combinación de quimioterapia y radioterapia por sus acciones quelantes de los radicales libres generados por esa combinación anticancerosa. Y en efecto así fue; ningún efecto secundario incluso cuando por error se me administró una dosis de quimioterapia 50 veces superior a la establecida. Nada de nada, ningún efecto secundario y sí resultados muy positivos, a todos los niveles. Finalizados los ciclos continué con la misma dosis, elevada, que yo mismo me había pautado, hasta el momento actual. ¿La razón en este caso?: las propiedades potenciadoras de la respuesta inmune del organismo.

Hasta aquí todo muy bien, pero continuemos para aclarar por qué se maldice al bienhechor…

En octubre de 2011 tuvieron que operarme de un glaucoma y catarata en el ojo izquierdo. Era algo que venía padeciendo desde hacía tiempo pero ya se sabe que en casa de herrero cuchillo de palo…, cuando prácticamente había perdido la visión de ese ojo (tenía, según el oftalmólogo, un 10% tan solo), decidí que era ya el momento de la cirugía, algo que no me hacía ninguna gracia (a nadie le gusta que le “anden en los ojos”). La operación fue compleja (por mi culpa, por el tiempo pasado en esa situación) y los 30-40 minutos previstos se transformaron en 3 horas largas de quirófano y dos meses de baja médica. Cierto es que obtuve el alta 15 días antes de lo previsto, algo que atribuí al efecto protector de la melatonina y así se lo dije al oftalmólogo. Este, magnífico profesional y mejor persona, me comentó entonces que algo había leído de la melatonina y que tendrían que estudiarlo. En fin, pasó el tiempo, pasaron las revisiones y todo iba perfecto, con una recuperación increíble de la visión perdida, lo que me llevó a tener que cambiar por dos veces la graduación de las gafas (con lo que cuestan los cristales…).

En las pasadas Navidades, comencé a notar una especie de telilla en el ojo operado que me producía una visión borrosa (similar a lo que había experimentado dos años atrás antes de decidir acudir al oftalmólogo y pasar por la cirugía). Lo atribuí al cansancio visual producido por las muchas horas que en esas fiestas pasé frente al ordenador leyendo y escribiendo un trabajo muy importante por lo que va a significar. Pero como la situación persistía hablé con el oftalmólogo y éste me atendió a primera hora de hoy. Y aquí comienzan las sorpresas…

Prueba de agudeza visual.- “Oye, ésto es increíble, te desapareció la miopía en el ojo operado, tienes un agudeza del 100%. No me extraña que con las gafas tengas una visión borrosa porque en ese ojo no necesitas lente correctora y al estar cambiando de gafas, las normales y las progresivas para la vista cansada, con distintas graduaciones, estás provocando un caos en el cerebro que tiene que ajustar y reajustar permanentemente…”.

Prueba de adaptación.- “Qué curioso, también de cerca enfocas y ves perfectamente…, el ojo adapta sin problema alguno”. Pues fantástico, pensé. “¿Sigues con la melatonina?”. Claro…. “Chico, va a haber que estudiarla a fondo”. A todo esto un alumno en prácticas nos miraba con cara de pensar que era un diálogo para besugos del que él no se enteraba. “Bueno, ésto está muy bien, vamos a medir la tensión ocular”.

Tensión ocular.- En el ojo derecho 12 mm de Hg, totalmente normal. En el izquierdo… (el operado de glaucoma y catarata)… hmmm. hmmm. hmmm. los tres hmmm se corresponden con las tres mediciones que me hizo, todas ellas en torno a los 24-25 mm de Hg, es decir altas. Había reaparecido el glaucoma… Eso es relativamente frecuente sobre todo en los de tipo genético como los que padecemos en Galicia. “Bueno, no te preocupes, te voy a dar unos cuantos pulsos de láser y se controla todo”.

Cambiamos de sala, me enfoca el láser para disparar y abrir pequeños huecos de drenaje del humor acuoso, pero…, “a ver…”, “espera, déjame ver….”, enfoca, reenfoca y requetenfoca el láser pero… “Oye, no lo entiendo, no veo ni rastro de la cirugía que te hice. Solo localizo el punto de entrada y el de salida, pero no hay ni rastro de la operación”. Coge la historia, repasa la intervención seguida, vuelve al láser….., “nada, no hay ni una huella. El conducto de Schlemm est´atotalmente regenerado. Te había rebanado el techo del conducto para que drenase el líquido y bajase la tensión ocular (cuyo exceso es la causa del glaucoma) y ahora pensaba dispararte unos cuantos pulsos de láser para abrir unos pequeños huecos en esa zona, pero no encuentro la zona de la cirugía; está todo totalmente regenerado y así no puedo utilizar el láser”. Uno, ya acostumbrado a sufrir, piensa pues qué le vamos a hacer; nueva cirugía seguro… “Nunca ví un caso así, te voy a hacer unas fotos porque ésto es increíble. Como tengo el video de la operación de hace año y pico podemos contrastarlo. Esto hay que publicarlo….”. Y yo como coautor, dije. “Está claro, es que es el primer caso en el que se da ésto. Tomas algo más aparte de la melatonina?”. No, solo antihipertensivos. “No, esos no tienen nada que ver, es la melatonina seguro”. Y en esas estamos.

¿Qué pasó?. Para que se entienda imagínese una manguera a la que se rebana longitudinalmente una parte (no transversalmente), sería una especie de acueducto. Bien, ese acueducto, abierto por su parte superior, permite entonces que el humor acuoso drene y la tensión ocular se mantenga normal. ¿Qué ocurre si tapamos esa parte superior?. Pues que el líquido no tiene salida para su paso a la circulación sanguínea y aumenta la presión en el globo ocular (Esa manguera está cerrada por su extremo en el galucoma, por eso hay que buscar otra salida). Bueno pues eso es lo que hizo, al parecer, en este caso, la maldita Melatonina. Con toda su buena intención, por supuesto, detectó que se había producido un daño (el de la rebanada del techo del conducto) y trató de repararlo y lo consiguió, con lo que con toda su buena intención me hizo la pascua. Esa es la única explicación que al buen oftalmólogo y a mí mismo se nos ocurrió, no hay otra aparente, máxime porque durante meses estuve con corticoides locales para evitar la cicatrización de la herida y los controles indicaban que todo iba bien. Ahora no hay ni rastro de la cirugía, ni siquiera cicatriz… Otra explicación es que el oftalmólogo haya perdido visión pero esto no se da en estos profesionales, sobre todo si son de tanta cualificación como el que me atiende.

A todo ésto el alumno en prácticas sorprendido hasta el punto de que llegado un momento se atrevió a salir del silencio que mantenía como buen alumno y comenzó a preguntarme detalles sobre esta increíble hormona.

¿Y ahora qué?. ¿Vas a suspender la melatonina?. Pregunta de esposa e hijos preocupados. Por supuesto que no; habrá que ver qué pasa en los próximos días con tratamiento local y si hace falta pasar de nuevo por el quirófano, pero la Melatonina que no me la toquen…., aunque hoy la maldiga (tengo otras muchas razones para bendecirla). Hizo lo que tenía que hacer, aunque en esta ocasión me haya hecho la pascua…

Jesús Devesa

www.elblogdejesusdevesa.com





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