Melatonina y depresión
Con la caracterización de la
melatonina en 1958 comenzó la investigación del funcionamiento de la glándula pineal. En la mayoría de las especies estudiadas, incluyendo a los seres humanos, los niveles de esta hormona fluctúan a lo largo del día y con las estaciones del año. En los mecanismos que controlan la secreción de la
melatonina intervienen indolaminas, catecolaminas, receptores adrenérgicos, AMPc y varios otros mecanismos relacionados con la fisiología neuronal, todos ellos íntimamente relacionados con los trastornos afectivos. La
melatonina exógena aplicada en los seres humanos tiene una vida media de 40 minutos. El hígado la metaboliza y las sustancias que resultan de estos mecanismos se excretan
por vía renal. Con diversas preparaciones se ha tratado de prolongar la vida media plasmática de la
melatonina, con el fin de aplicarla con más eficiencia en ensayos clínicos. Los pacientes deprimidos presentan niveles bajos de
melatonina como se desprende de una revisión de 14 artículos. En
el tratamiento de casos agudos de
depresión aumentan los niveles de
melatonina pero se normalizan nuevamente con tratamientos prolongados. Las causas neuroquímicas de estos cambios aún son muy debatidas. También el uso de las IMAO en la
depresión presenta efectos sobre los niveles de la
melatonina. Estos niveles fluctúan con el uso de otros fármacos, las benzodiacepinas, sustancias que afectan el funcionamiento del sistema nervioso autónomo y el 5-metoxipsoraleno y la destir-gama-endorfina. Entre los efectos farmacológicos más aparentes de la
melatonina se encuentran los
cambios en el estado de ánimo, la inducción del
sueño y el causar somnolencia. La
melatonina parece presentar ventanas terapéuticas. Su efecto óptimo se obtiene cuando se aplica con horario y a dosis
específicas. Los estudios clínicos en los que se ha usado
melatonina exógena no detectaron toxicidad inmediata ni retardada. Sólo las dosis muy altas de la hormona provocaron efectos colaterales leves y reversibles. La
melatonina es una sustancia segura para ser usada en estudios clínicos
controlados. Además la aprobación de la
melatonina para ensayos clínicos por parte de la FDA abre caminos para futuros estudios clínicos con esta hormona.
Source: http://inprf.bi-digital.com:8080/handle/123456789/1604