La Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica son enfermedades que aquejan a muchas personas, mayoritariamente a mujeres mayores de 40 años (representan un 80% de los enfermos de fibromialgia)
La característica más sobresaliente de la fibromialgia es el dolor generalizado en diferentes músculos del cuerpo, y en el caso de la fatiga crónica un cansancio también generalizado, que se mantiene en el tiempo. Es habitual padecer ambas dolencias, y son trastornos que, por su naturaleza, interfieren claramente con el normal desarrollo de la vida de los enfermos resultan muy invalidantes para quienes los padecen. Ansiedad y depresión anteceden o van unidas a la propia enfermedad. Y a ello se suman otra serie de dolencias, alteraciones en el sueño, mareos, cefaleas, colon irritable, etc.. Hoy en día es una enfermedad crónica, no existe hasta la fecha curación, y tan sólo se utilizan medias paliativas para abordar los síntomas.
Los estudios a puntan a que los enfermos de fibromialgia, durante la noche secretan menos melatonina, lo cual lleva a aparejado que sufran alteraciones del sueño, fatiga durante el día y un cambio en la percepción del dolor.
Diferentes estudios han mostrado que los suplementos de melatonina solos como en combinación con algún antidepresivo de prescripción habitual mejoran el sueño, los puntos de dolor, y la severidad del dolor, con menor sintomatología durante el día, así como una mejora en el estado anímico depresivo considerable. Los resultados parecen deberse a la interrelación entre dolor, alteraciones del sueño y depresión, sintomatología tan característica de la fibromialgia. Algunos autores señalan también que teniendo en cuenta el importante daño oxidativo en este síndrome, el uso de sustancias con alto poder antioxidante, como es la melatonina, contribuiría a mejorar además el cuadro de la fibromialgia también en ese aspecto.